Entre las cadenas hoteleras cabe
distinguir entre las patrimonialistas que ya tienen sus establecimientos
amortizados, y cuyas últimas inversiones han sido en capex, que no tienen la
presión de la deuda, y nuevas cadenas surgidas en los últimos años y que aún
están amortizando la compra y construcción de sus establecimientos.
Por
su parte, las que tienen hoteles en alquiler ya han puesto a trabajar a sus
abogados para negociar las revisiones de renta. Y en este punto hay que tener
en cuenta la diferencia con la crisis de 2008: Entonces las rentas se
renegociaron a la baja sin un límite temporal, sino hasta que se tuviera que
renovar el contrato, cuando, una vez pasados los momentos más duros, se
producía la vuelta al nivel de mercado.
La
supervivencia de los hoteles, sobre todo de los individuales, dependerá del
acceso que tengan a la financiación y de la deuda que soporten esas empresas.
En
esa renegociación se establecerán cláusulas de temporalidad para que según se
vaya recuperando el sector, se prevé que en un plazo más corto que tras la
crisis de 2008, se retome el nivel de rentas recogido en el contrato”.
La
diferencia con 2008 es que la gente lo pasó muy mal pero, aun así, continuó
viajando. Ahora que los ingresos de los hoteles se han quedado a cero las
rentas también deberían ser cero, pero todos sufren.
Por
tanto, añade, “habrá renegociación de los alquileres pero con fórmulas
diferentes a las utilizadas en 2008, con el apoyo de las medidas económicas
dispuestas por el Gobierno para ayudar a todos, a ambas partes, propietarios
y gestores, porque todos están en el mismo barco. De hecho, esas cláusulas de
temporalidad pueden recortar los plazos de la recuperación”.
Causa de fuerza mayor
en los contratos Algunos contratos de alquiler,
probablemente los de los más previsores, aunque una situación como la que
estamos viviendo era imposible de predecir, contemplaban cláusulas de fuerza
mayor, en las que por ejemplo se establece que, a los 15 días de producirse,
automáticamente se aplica una disminución de la renta a pagar. Esta situación
puede darse entre las grandes cadenas, desde luego no entre los hoteles
individuales, pero aun así también están renegociando con buena voluntad por
ambas partes para afrontar juntos este periodo de incertidumbre”.
Los inversores
muestran interés Las transacciones hoteleras que estaban
en marcha de momento han quedado paralizadas, los inversores, sobre todo los
fondos oportunistas, ya han tomado posiciones para hacer ver que están ahí.
Por ahora no han hecho ningún movimiento, pero sí han querido dejar
constancia de su interés, más rápido de lo que podíamos pensar, para
aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo”.
Y
es que esos fondos tienen liquidez mientras que a algunos actores del sector
no les va a quedar más remedio que desprenderse de activos, algunos hoteles
individuales, aunque todo depende del acceso que tengan a la financiación y
de la deuda que soporten esas empresas”. |