La recuperación de la industria turística, encabezada por el sector hotelero, ha dividido el mapa de España en dos. Por un lado, los destinos vacacionales del sur (Andalucía y la costa valenciana) recuperan los ingresos y la rentabilidad que tenían antes de la pandemia, en parte gracias a la subida de precios. Por otro, los destinos urbanos siguen un 40% por debajo del nivel de 2019, a pesar de que los precios han caído.