La empresa pública Correos mueve ficha y comienza a hacer las maletas para abandonar el céntrico edificio de la Plaza de Gabriel Miró de Alicante con el fin de que pueda albergar a la Generalitat como nueva propietaria. La venta, preacordada desde enero, continúa sin formalizarse. Pero la compañía postal ya ha provisionado 534.000 euros para trasladar los servicios que mantiene en el inmueble con el fin de facilitar la operación.