El pasado miércoles 29 de noviembre conocimos el dato adelantado del IPC anualizado español para el mes de noviembre, que cerró en un 3,2%, medio punto por debajo de lo que el mercado esperaba. Esto fue debido a la bajada de los precios de los carburantes y de los paquetes turísticos. Por otro lado, la OCDE estimó un crecimiento del PIB español para el año 2024 del 1,4%, por debajo de lo esperado por el gobierno (2%) y de la Comisión Europea (1,7%).
Sin embargo, dicha jornada resultó célebre en los mercados bursátiles porque se publicó el PIB preliminar anualizado del tercer trimestre de Estados Unidos. Este parámetro no defraudó y sorprendió positivamente al mercado al mostrar un crecimiento del 5,2% frente al 5% que esperaba el consenso.
Este indicador reflejó de nuevo la fortaleza de la economía americana, cuando se cumplen 20 meses del inicio de la restrictiva política monetaria por parte de la Reserva Federal estadounidense (FED). Estos fueron los datos más relevantes del informe del PIB de Estados Unidos correspondiente al tercer trimestre del año en curso:
PIB (anualizado): 5,2% frente al 4,9% anterior.
Deflactor del PIB: 3,6% frente al 3,5% anterior.
Gasto de los consumidores estadounidenses: 3,6% frente al 4,0% anterior.
Inventarios mayoristas: -0,2% frente al 0,2% anterior.
Balanza comercial anticipada de bienes: -89.840 millones de dólares (sin cambios intertrimestrales).
Inventarios reales (sin contar el sector auto): -0,9% frente al 0,4% anterior.
Este extraordinario dato de crecimiento del PIB norteamericano supuso una nueva batalla ganada por su economía. Y no solo eso sino como se observa en el siguiente gráfico del euro/dólar resultó un reseñable impulso cortoplacista para su divisa. Además, se confirma la solidez y resistencia del primer importador del mundo.