El país proveedor más grande de la Comunitat Valenciana es China. Incluso las importaciones del gigante asiático ganaron volumen en el año de la pandemia, cuando prácticamente se relocalizó sólo la producción sanitaria tras meses de covid-19. Lo que más se importa a nivel histórico han sido las materias primas, semimanufacturas y componentes del automóvil desde el país asiático. Y es que, la Comunitat no es ajena a la crisis de suministros, al aumento del precio de los fletes y a las dificultades de confiar buena parte de la importación a un solo cliente, más tras una pandemia. Por ese motivo, se trata de encontrar sustitutos parciales importadores para que la economía valenciana dependa menos de China. Y esos socios en estudio están en Polonia, Marruecos y Turquía.