Los dos partidos aliados en el gobierno del Ayuntamiento de Alicante, Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), desvelan los números globales de su propuesta presupuestaria para el ejercicio de 2023 en el que se prevé mantener la apuesta por «una fiscalidad blanda» y el desarrollo de proyectos enfocados en «la transformación física y estructural» de la ciudad, tras haber conseguido superar la dificultad de dar encaje a las consecuencias de la inflación. Entre ellas, el incremento retributivo de los funcionarios (un 1,5% retroactivo y otro 2,5% para 2023) o el encarecimiento del coste de la luz (que se dota con 20 millones), además de los nuevos gastos asociados a la renovación de las contratas de limpieza viaria y recogida de residuos, el transporte público en autobús y la limpieza de colegios y edificios públicos. Se trata de una suma global que asciende a 40 millones «a los que ha habido que hacer hueco» reduciendo gastos corrientes no prioritarios.