La fecha que el sector turístico de la Costa Blanca tenía marcada en rojo en el calendario ha llegado y, por fin, ha traído buenas noticias. Pese al varapalo para el ocio nocturno, que ve cómo puede reabrir pero de forma muy acotada, la retirada de medidas como el toque de queda nocturno o las limitaciones de personas en las reuniones y en interiores despejan la incertidumbre (al menos, hasta la próxima ola) de la mayoría de operadores. Así, la estrategia entre el sector y el Patronato de la Costa Blanca para intentar hacer de septiembre otro agosto toma impulso.