Los estragos de la pandemia siguen siendo evidentes en las cifras de los alojamientos de la Costa Blanca. Según los datos aportados por la organización de empresarios del sector a nivel nacional, Exceltur, los establecimientos de la provincia tuvieron un 45,2% menos de facturación que en 2019, el último año completo con una actividad normal y sin pandemia. El dato es más desolador si solo se atiende a la capital turística: en Benidorm cayó un 59%. A nivel autonómico, la costa valenciana registró una caída de ventas del 34,4%. Se sitúa por tanto entre las que peores datos registran junto a Cataluña, Madrid, Baleares, Canarias y el País Vasco.