Las empresas alicantinas han invertido más de 500 millones de euros en capital social en los nueve primeros meses del año. Concretamente, 533 millones de euros, entre aportaciones para la constitución de nuevas firmas y ampliaciones de capital en las ya existentes. Una cifra nada desdeñable que evidencia que tras dos años de pandemia había liquidez que invertir y que la fortaleza de la industria alicantina sigue atrayendo inversores, locales y extranjeros.