La guerra de Ucrania ha desestabilizado en un mes los mercados agrícolas y está obligando a realizar cambios políticos para salvar el abastecimiento de alimentos y amortiguar los precios.
Tras cumplirse un mes de la invasión rusa, las alarmas sobre sus consecuencias en la agricultura, la pesca y la alimentación igualan, o incluso superan, las alertas desatadas durante la pandemia en los países desarrollados.