En la era del teletrabajo, los modelos híbridos y el auge de los espacios flexibles como coworkings y centros de negocios, la provincia y la capital alicantina siguen la tendencia contraria a la del resto del país en el mercado de los espacios de trabajo. Mientras en València y otras grandes ciudades el precio del alquiler de las oficinas ha caído de forma significativa en los últimos años (más tras la pandemia), en Alicante ha sucedido todo lo contrario: no solo no se han depreciado, sino que incluso han experimentado un importante incremento.