España está bien situada para hacer frente al aumento de los costes de endeudamiento y a la reducción de las compras de bonos soberanos de la zona euro por parte del BCE, debido a la mejora del perfil crediticio de la deuda pública española y a las perspectivas económicas relativamente sólidas del país. Incluso en un escenario ‘estresado’ inesperado en el que el coste de las nuevas emisiones de deuda aumentara bruscamente, el coste medio rondaría el 4% en 2024. Esto seguiría estando 1,5 puntos porcentuales por encima de lo previsto por el Tesoro español (gráfico 1) – y a niveles similares a los que España (A-/Estable) tuvo que ofrecer tras la crisis financiera mundial y durante la crisis de la deuda de la eurozona, cuando las finanzas públicas y el mercado inmobiliario del país se encontraban en una situación más débil que la actual.
Los mayores costes de emisión de España se ven parcialmente compensados por la retirada de bonos de mayor rentabilidad y el alargamiento del vencimiento medio de la deuda pública, que actualmente se sitúa en 7,9 años frente a 6,2 en 2012. Las perspectivas económicas también son relativamente sólidas a pesar de los vientos en contra de la inflación y el endurecimiento de la política monetaria, ya que España prevé un crecimiento del PIB del 1,3% este año, mejor que la media de la zona euro.