La inflación sigue siendo uno de los temas más importantes para los mercados. A primera vista, las noticias sobre la inflación en la zona euro parecen positivas. Según los datos desestacionalizados publicados por el Banco Central Europeo (BCE), la inflación subyacente se sitúa ahora entre el 2,0% y el 2,25% interanual, dependiendo de la definición exacta. Esto significa que ha vuelto al objetivo.
Sin embargo, entra en juego un factor técnico: Los cambios en la ponderación de la cesta hacen que la tasa interanual parezca más baja de lo que realmente es. No dispondremos de datos fiables sobre la inflación hasta principios del año próximo, es decir, una vez que el impacto del cambio desaparezca de los datos. Las tasas de inflación interanual desestacionalizadas de los bienes industriales no relacionados con la energía fueron negativas en noviembre con respecto a octubre. Si se excluyen la energía y los alimentos, la inflación fue cercana a cero.
El único sector en el que las tasas de inflación siguen siendo más elevadas, en torno al 3%, es el de los servicios, lo que no resulta muy sorprendente. En este contexto, también es interesante observar que el aumento considerablemente mayor de las tasas de inflación subyacente en la zona del euro en comparación con los EE UU está remitiendo.