Al fin una buena noticia, desde la óptica de los usuarios de agua de regadío en las comarcas del Vinalopó y l’Alacantí, en relación al trasvase del Júcar. Mientras por un lado el Gobierno cierra por sobreexplotados los acuíferos sin vincular los derechos ‘expropiados’ a la transferencia, a la vez que pacta un convenio provisional a nueve años para vender agua a los afectados a 26 céntimos, por fin se ha dado un paso adelante para aplicar la energía solar al trasvase.
Una propuesta de la que se ha hablado mucho en los dos últimos años, pero que aún no ha cobrado forma más allá de las declaraciones de turno de los dirigentes políticos implicados defendiendo esta apuesta por la energía verde para la transferencia, que además permitirá (o para eso se planteó) reducir el coste energético y, por tanto, el precio del metro cúbico. La Junta Central de Usuarios del Vinalopó-Alacantí hizo llegar la propuesta al Ministerio en 2020, durante las alegaciones al Esquema de Temas Importantes (ETI) del plan de cuenca del Júcar, en fase de aprobación en el Consejo del Agua, y ahora por fin el Gobierno mueve ficha.