Es indiscutible que Benidorm no para de crear nuevas viviendas. La construcción no se ha parado en los últimos años, sobre todo en la zona de Poniente, que es la que más terreno tiene por desarrollar. Sin embargo, es obvio que no están resolviendo la necesidad habitacional de una parte de la población. Aquella que no tiene capacidad económica para hacer frente a hipotecas o pagos de 300.000 euros por casa. En los últimos meses, tanto el Ayuntamiento de Benidorm como la Generalitat Valenciana están buscando pisos en la ciudad que permitan su uso social con alquileres a precios más bajos.
De momento, la Sociedad de Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha bloqueado la venta al público de sus pisos en Benidorm. Alrededor de 50 activos que ha ofrecido a la Conselleria de Vivienda. Una decisión tomada para que la Generalitat pueda estudiar caso por caso y evitar por tanto vender una de las viviendas que encajen dentro de su criterios, tal y como informaron fuentes de Sareb a este diario. «Hicieron especial hincapié en Benidorm», recalcan.
Desde Conselleria señalan que la ciudad, como otros municipios costeros y turísticos, ofrecen una dificultad añadida a la hora de acceder a un piso para aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Tanto en el ámbito del alquiler como en el de la compra. Por ello, explicaron a este diario que han estudiado las ofertas de Sareb, antiguamente denominado como banco malo. Y del análisis realizado, 21 viviendas son las que responden a los criterios necesarios para destinarlo a uso social. Todas ellas, concretaron, están ubicadas en la avenida del Municipi y en Presidente Adolfo Suárez.