En sólo un mes, el Banco de España ha pasado de pronosticar una inflación promedio del 3,7% para 2022 a hablar ya de un 4%, es decir, las familias españolas sufrirán este año el mayor incremento de precios en promedio desde el año 2008 (en que fue del 4,1%) y un punto superior en media al que vivieron en 2021.