Las restricciones al movimiento para controlar la pandemia dejan desierta una terminal en la que ayer solo hubo tres vuelos con Madrid y Palma. El Gobierno prorroga hasta abril la prohibición de la entrada de británicos que no sean residentes.
Las restricciones al movimiento para controlar la pandemia dejan desierta una terminal en la que ayer solo hubo tres vuelos con Madrid y Palma. El Gobierno prorroga hasta abril la prohibición de la entrada de británicos que no sean residentes.