Se impone la prudencia en renta variable ante los altos niveles alcanzados

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:noticias

Los datos de inflación siguen siendo claros protagonistas en la evolución de los mercados financieros. En su último informe, la OCDE presentó una previsión de inflación para 2024 que se situaría entre el 2% y el 3% para la mayoría de los principales motores económicos mundiales, en concreto un 2,3% para Estados Unidos y un 2,6% para la Eurozona. De hecho, los últimos datos publicados mostraban que países como Alemania (IPC de enero en 2,9% vs 3,7% en diciembre), Estados Unidos (PCE 2,6% en diciembre) o China (0,8% en enero), estarían ya bastante cerca de estos niveles previstos por la OCDE.

Sin embargo, el dato de IPC publicado antes de ayer por Estados Unidos ha puesto en entredicho estas previsiones. La inflación general ha caído, pero menos de lo previsto, pues el consenso de analistas esperaba una caída importante del 3,4% al 2,9%, pero finalmente ha terminado en 3,1%. En cuanto a la inflación subyacente, se esperaba una caída de dos décimas, pero finalmente ha repetido en el 3,9%. Estos datos reforzarían la idea del posible retraso en la bajada de tipos por parte de la FED hasta, al menos, el mes de junio, cuando hasta hace relativamente poco, se especulaba con un primer recorte de tasas en el mes de marzo. En sus últimas declaraciones, Powell volvió a hablar de “dato dependencia” respecto a crecimiento e inflación, y es que la Reserva Federal americana ni quiere precipitarse en las bajadas hasta que la inflación no esté controlada definitivamente, ni puede hacerlo demasiado tarde, pues la economía estadounidense podría verse resentida.