El Ayuntamiento de Alicante volverá a dejar la gestión de sus impuestos en manos de Suma, el organismo tributario de la Diputación Provincial. Las dos administraciones ultiman las negociaciones para organizar el traspaso de las competencias que quedaron asumidas por el departamento municipal de Hacienda en los primeros compases de la etapa de gobierno del extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) durante el pasado mandato.
El acuerdo conllevará el pago de cerca de un millón de euros anuales a Suma a cambio de que asuma la gestión de la recaudación, según ha confirmado el alcalde de Alicante, Luis Barcala, este viernes, en una comparecencia pública. No obstante, ha argumentado que ese coste queda amortizado si se tiene en cuenta la previsible mejora en los porcentajes de recaudación (que no ha llegado a cuantificar, aunque ha dicho que los ingresos no aumentarán de manera significativa puesto que ya se alcanzan altos porcentajes desde la gestión municipal) y otras ventajas añadidas como la mejora de la atención al público a través de la red de oficinas de Suma. Máxime, si se tiene en cuenta que Suma maneja la previsión de abrir una nueva oficina en el distrito de Playa de San Juan
